Leche de papel: se presume daño al erario por 202 millones en Liconsa

Liconsa pagó en 2021 a Coprolac por la transformación de la leche líquida en polvo, sin embargo, no hay documentación que acredite la entrega y distribución de 79.7 millones litros de leche. Se presume daño a la Hacienda Federal por 202 millones de pesos, señala la ASF.

Por Alejandro Alatriste | Emeequis

EMEEQUIS.– En Liconsa la leche aparece más en los documentos que en almacenes y en las mesas de las familias mexicanas, es decir, leche de papel. Liconsa pagó en 2021 a Comercializadora de Productos Lácteos de la Laguna S.A. de C.V. (Coprolac) por la transformación de la leche líquida en polvo, sin embargo, no hay documentación que acredite la entrega y distribución de 79.7 millones litros de leche, que representan 202.7 millones de pesos en posible daño al erario.

De acuerdo con una indagatoria de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a la cual tuvo acceso EMEEQUIS, no hay evidencia documental suficiente que acredite el registro operativo y contable de la salida de los almacenes de Liconsa y la recepción por parte de Coprolac, tampoco la documentación que acredite la maquila de la leche transformada en polvo, sólo leche en documentos y de escritorio, nada en almacenes, nada en físico.

LA EMPRESA

Coprolac se constituyó como una sociedad mercantil el 6 de octubre de 2016 ante el notario 41 de Torreón Agustín Gerardo Saldaña Villarreal.

En el año 2020, el director de la empresa Coprolac era Carlos Ernesto Herrera Reza, quien es hijo del empresario lagunero y presidente de Grupo Chilchota, Ernesto Herrera Ale, quien murió en octubre pasado.

Carlos Ernesto Herrera Reza “Güino” actualmente se desempeña como coordinador general del gabinete de la alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale, su tía.

Vilma Cristina Herrera Reza, hermana de Carlos Ernesto Herrera Reza, fue señalada de transferir a René Federico Gavira Martínez, hijo del exdirector de Finanzas de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y apoderado legal de Liconsa, René Gavira Segreste, los derechos de un departamento en The Ricchi Luxury Condominiums en San Antonio, Texas, a un precio más bajo que en el mercado de bienes raíces, después de los beneficios, convenios y contratos que el segundo otorgó a Coprolac, según publicó MCCI en marzo de 2022.

René Gavira Segreste, exdirector de Finanzas de Segalmex, fue vinculado a proceso en abril de 2022 por la compra de 100 millones de pesos en bonos bursátiles con dinero público.

Coprolac tiene como representante legal al empresario Juan Carlos Burillo González.

El 9 de enero de 2020, en la oficinas centrales de Segalmex en Durango, Burillo González se presentó como empresario –sin relación con Coprolac– para firmar, junto con el director general de Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández, y el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, un convenio para la construcción de una planta deshidratadora y ultra pasteurizadora de leche en el municipio de Gómez Palacio, la cual entraría en operación en enero de 2021, y que a la fecha sigue sin ponerse en marcha.

Uno de los testigos del acuerdo fue Carlos Ernesto Herrera Reza, quien anunció una donación de equipos de descremadoras y concentradores del lácteo por cerca de 20 millones de pesos.

Minutos más tarde, en esa misma mesa donde se firmó el convenio, el apoderado legal de Liconsa, René Gavira Segreste, y el representante legal, Juan Carlos Burillo González, suscribieron un para la transformación de la leche líquida en polvo para abastecer a los estados de Durango y Michoacán por 467.6 millones de pesos.

Se presume un daño al erario de 202 millones de los 232 pagados.

LECHE INVISIBLE

Un año después se comprobó que Liconsa pagó a Coprolac 232.7 millones de pesos por leche de papel, es decir, leche que sólo aparece en facturas, notas de entrada y salida de almacenes, pero nunca en especie, físicamente, que representa el 49.7 por ciento del total del convenio, casi la mitad de la leche no se entregó.

Ignacio Ovalle Fernández, entonces titular de Segalmex, es señalado como amigo cercano del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En 1976, Ignacio Ovalle Fernández se desempeñó como director general del Instituto Nacional Indigenista (INI), y en enero de 1977 se sumó al cargo de coordinador general del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar).

Ignacio Ovalle Fernández en 1977 invitó a trabajar a Andrés Manuel López Obrador, de entonces 24 años, como director del Instituto Indigenista de Tabasco.

Pasó el tiempo y 41 años después, en diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador como presidente de México devolvió el favor e invitó a trabajar a Ignacio Ovalle Fernández como titular de Segalmex.

Tras los escándalos de corrupción en Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández fue removido y colocado como Coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.

La auditoría.

Liconsa firmó tres convenios de colaboración con Coprolac, los días el 9 y 17 de enero, y 1 de mayo de 2020, con vigencia de cinco años por 1,013 millones para la transformación de la leche líquida en polvo para abastecer a los estados de Durango, Michoacán y Chihuahua.

Los convenios los suscribieron el apoderado legal de Liconsa, René Federico Gavira Martínez, y el representante legal de Coprolac, Juan Carlos Burillo González.

Un año después surgieron controversias entre Liconsa y Coprolac, por lo que el 1 de julio de 2021, llegaron a un acuerdo convenio para aceptar las condiciones de pago mutuo, con saldo a favor de Coprolac y compromisos de entrega de leche propiedad de Liconsa transformada a polvo.

Las operaciones parecían funcionar correctamente. El 8 de octubre de 2021, Liconsa firmó un «ACTA FINIQUITO» con Coprolac, para dejar constancia del pago del saldo a favor de Coprolac por 234.7 millones de pesos, la entrega a entera satisfacción de Liconsa de 1.3 toneladas de leche transformada en polvo, equivalentes a 29.9 millones de pesos y el pago del saldo en favor de Liconsa por 86.6 millones de pesos sin IVA. Era el final de un acuerdo al parecer exitoso, pero atrás había irregularidades.

La ASF revisó el expediente de Coprolac por los 234.7 millones de pesos y detectó que Liconsa había pagado 232.7 millones de pesos, es decir, 2 millones de pesos menos y que no había protesta de Coprolac, lo que comenzó a alertar a los auditores.

Inició una revisión exhaustiva del archivo «Soporte polvo 1», de 189 documentos, entre actas de descarga, notas de remisión y salidas de almacén, que reportaban la entrega por parte de COPROLAC de 3.7 toneladas de leche en polvo en diversas gerencias de Liconsa ubicadas en Querétaro, Veracruz, Cuautitlán, Metropolitana Sur y otras no identificables, estás últimas, en almacenes inexistente de Liconsa, y que tampoco aparecían relacionados con los tres convenios de colaboración en revisión.

Además las 15 facturas de Coprolac tampoco estaban relacionadas con los tres convenios “ni con las cantidades en kilos señaladas en el Acta Finiquito», sin embargo, se habían pagado 232.7 millones de pesos, y una diferencia de 2 millones de pesos que no fue reclamada, algo extraño para un proveedor que permitía un a pérdida, así fuera pequeña.

Liconsa tenía en su registros que recibió 79.7 millones de litros, señaló que recibió 57.9 millones de litros del 20 de agosto al 31 diciembre de 2020; y 21.7 millones de litros de leche del 1 enero al 28 febrero de 2021, pero en los registros oficiales no se pudo comprobar la entrega al almacén ni la salidas del producto.

Liconsa no proporcionó la documentación de soporte que acreditara el registro operativo y contable de la salida de los almacenes “ni la recepción por parte de COPROLAC de los 79,712,183 litros de leche que se refieren en el archivo de Excel, ni tampoco de la entrega por Coprolac de la leche transformada en polvo”, es decir, leche de papel.

Tampoco proporcionó la documentación que acredite la maquila de la leche transformada en polvo por parte de Coprolac o, en su caso, la devolución de la leche líquida.

El 9 de diciembre de 2021, se presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR) la denuncia correspondiente, sin proporcionar la evidencia documental que acredite que el Órgano Interno de Control en Liconsa, realizó las investigaciones correspondientes a los 79,712,183 litros de leche transformada en polvo.

Se concluyó que “se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal por un monto de 202,797,887.86 pesos (doscientos dos millones setecientos noventa y siete mil ochocientos ochenta y siete pesos 86/100 M.N.), por no acreditar la prestación de los servicios asociados a los procesos de fabricación de productos y derivados lácteos, correspondientes a las actividades reportadas en el ‘Periodo 1’ del 9 de enero al 19 de agosto del 2020, y pagadas por 232,772,865.60 pesos, como consta en el ‘ACTA FINIQUITO’ del 8 de octubre de 2021”.

Así los directivos de Liconsa y Coprolac habrían simulado la compra de leche en polvo, que en realidad fue leche de papel con cargo al bolsillo de los mexicanos durante el gobierno del presidente López Obrador.

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