Derriban mujeres muros en Oaxaca este 8 de Marzo

La única certeza sobre los muros es que, de alguna manera, están hechos para ser derrumbados.  Algunas veces tardan años en caer, otras, solo horas.

Flor Hernández

La marcha feminista que convocó a mujeres de Oaxaca, en el marco de la conmemoración del 8 de marzo, derribó cada valla que encontró en su camino, incluso batió su propio límite de convocatoria, con miles de asistentes.

La movilización, partió del Monumento a la Madre y avanzó, entre consignas, sobre la Calzada Madero, encabezada por madres, cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio, y quienes mantienen su reclamo de justicia.

El contingente, en su mayoría integrado por una nueva generación de mujeres que exigen el respeto a sus derechos y el cese a la violencia de género, serpenteó la avenida, se detuvo en diversos establecimientos comerciales como bancos, tiendas y una agencia automotriz, donde las asistentes realizaron pintas y actos de manifestación.

¡Aleeeeerta!

Las consignas, cantos, saltos y sonidos de vidrios rompiéndose acompañaron la marcha.

“Con falda o pantalón, respétame cabrón”, “Aleeeerta, aleeeeerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina”.

Al encenderse la tarde, la caminata llegó al Centro Histórico, por la calle de Independencia, en algunos momentos, las mujeres alzaron sus manos pidiendo silencio. La marea morada se apoderó de la avenida, del centro.

Los muros, destinados a ser derribados, comenzaron a caer a la par que se ocultaba el sol: valla a valla, mientras avanzaban las mujeres.

“Esa morra, sí me representa”, gritaba el contingente frente a la Catedral, cada vez que el tronar de la lámina anunciaba un nuevo desplome.

Sobre el grueso metal soldado que blindó al restaurante Mayordomo, ubicado sobre el portal poniente del Zócalo, ellas pintaron las acusaciones de las que ha sido sujetos los dueños de dicho negocio, por parte de sus empleadas.

Desde una de las exquisitas terrazas ubicada en el portal, un grupo de extranjeros observaban la manifestación, hasta que las consignas surgieron también contra el fenómeno de la gentrificación: “fuera gringo”.

Con martillos, palancas e incluso palos de escoba, ellas echaron abajo las láminas colocadas alrededor del quiosco y caminaron hacia el destino final: el Palacio de Gobierno rodeado por vallas metálicas, que cayeron una a una.

Y mientras las maderas colocadas para proteger los vidrios comenzaron a arder, desde dentro del recinto “del pueblo” salieron granadas de gas que no lograron replegar a las mujeres.

La única certeza de los muros, es que, serán derrumbados y hoy, 8 de Marzo, cayeron en Oaxaca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *