Una elección sin justicia no puede llamarse democráticaPor Jesús Madrid
El próximo 1 de junio se llevará a cabo en México una elección inédita: por primera vez, la ciudadanía elegirá jueces y ministros en lo que se ha presentado como un acto de apertura y democratización del Poder Judicial. Sin embargo, detrás de los discursos se esconde una simulación que atenta contra la justicia y la voluntad ciudadana. Desde el Comité Directivo Estatal del PRI en Oaxaca, y como Secretario General, quiero expresar con firmeza nuestra preocupación ante lo que parece ser un proceso manipulado y diseñado para encubrir decisiones ya tomadas desde el poder.
Las denuncias de fraude presentadas por nuestro dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, no son menores. La existencia de “acordeones” distribuidos en las boletas, que inducen el voto y vulneran la secrecía y libertad del elector, no solo son inaceptables, sino que constituyen una burla a la legalidad. El PRI ha solicitado a la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (Fisel) abrir una investigación profunda y castigar a los responsables.
En Oaxaca, donde históricamente la justicia ha sido lenta, distante o simplemente ausente en comunidades marginadas, este intento de simulación es especialmente grave. Las y los oaxaqueños merecen un Poder Judicial autónomo, profesional y al servicio del pueblo, no uno subordinado a intereses políticos. La imparcialidad de nuestros jueces y juezas no debe estar en juego; mucho menos bajo un esquema que favorece a quienes ya concentran el poder.
La justicia debe defenderse con firmeza y compromiso, porque sin ella, no hay paz, ni progreso, ni democracia. Elegir con libertad a quienes imparten justicia es un ideal noble; distorsionarlo con trampas es una traición a ese ideal. No bajaremos la guardia.
