Con los niños no

Enrique Quintana | El Financiero

Empezando 2022 al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se le presentó un problema de salud, los médicos que lo atendieron informaron que le habían realizado un cateterismo y que estaba sano. Para conservar la salud, le recomendaron hacer ejercicio. Acatando la indicación sale a jugar beisbol.

La semana pasada López Obrador, mediante su cuenta de Twitter informó que había enfrentado al equipo de béisbol del Seguro Social, presumió haber ganado. En un video sobre el evento se aprecia al presidente, junto con su equipo de amigos, mientras se desarrolla el partido amistoso. Su gusto por este deporte es conocido. Lo practica en horas de oficina.

A los juegos del presidente concurren diversos funcionarios públicos, también aficionados. Su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, en esta ocasión, compartió en redes sociales una fotografía sobre el encuentro de beisbol en la que aparece al lado de Andrés Manuel.

El hijo menor del presidente, Jesús Ernesto, acudió a ver jugar a su padre. Fue fotografiado y su imagen se divulgó en redes sociales, donde se volvió tendencia debido a los ataques que recibió por su aspecto físico.

No es la primera ocasión en que Jesús Ernesto, de 15 años de edad, es atacado y juzgado en redes sociales por su forma de vestir, su pelo, incluso por sus gustos y aficiones.

Los ataques no pasaron desapercibidos entre los principales actores de la política, siempre dispuestos a congraciarse con el actual dueño del poder. La defensa de Jesús Ernesto se llevó a cabo mediante el hastag #ConLosNiñosNo. Marcelo Ebrard en su cuenta de Twitter dijo: “El odio en su contra es bajeza y discriminación. Cobardía pura. No prevalecerán”.

Claudia Sheinbaum, destacó: “hostigar a cualquier niña o niño únicamente retrata la pequeñez de los emisores del discurso de odio”.

Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la SCJN, expresó: “discriminar a cualquier persona es inadmisible. Hacerlo con un niño por odio político es una bajeza que pinta de cuerpo entero a las y los cobardes que usan las RRSS para evidenciar su miseria humana”.

Desde el estado de Guerrero, durante su gira por esa entidad, el presidente López Obrador salió en defensa del menor de sus hijos. Dijo que la fuente de esos ataques eran sus adversarios. “Ayer mi pobre hijo, que lo amo, está excedido de peso, ya saben cómo es la edad de adolescencia, ahí sale una foto y con saña lo atacan, eso es una cobardía, el problema es conmigo, no con él. Hasta en las verdaderas mafias se respeta a la familia”.

Este ataque pone en evidencia la razón por la que los actores políticos mantienen en segundo plano a su descendencia y familia cercana. Configuran un blanco que hace vulnerables a los hombres y mujeres que ejercen el poder.

Desde el anonimato de las redes sociales, donde muy pocos manifiestan su verdadera identidad, se realizan verdaderas campañas de odio en contra de quienes tienen lazos circunstanciales con los poderosos que, como sucede en el camino, dejaron sembrados adversarios resentidos que aprovechan cualquier ocasión para erosionar el dominio de su adversario, sea en el plano político, económico o anímico.

López Obrador, al defender a Jesús Ernesto dijo que “Hasta en las verdaderas mafias se respeta a la familia”.

Las “mafias” referidas por López Obrador actúan desde el anonimato, ahí expresan su resentimiento y participan en campañas de linchamiento mediático, cuyo destino final es el presidente. En defensa de sus hijos el presidente las repudia.

Las redes sociales configuran el ambiente propicio para que los ciudadanos, protegidos por el anonimato, expresen su rechazo a los poderosos que abusan de su posición, pero sus acciones e incongruencias no deben acreditarse a su familia. Que no paguen justos por pecadores. El problema es con él, no con su hijo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *